El embalaje y retractilado de toda clase de productos nos ayuda a que conserven sus características, higiene y propiedades durante más tiempo. Nuestras soluciones en este apartado son las más avanzadas.
El retractilado consiste en la utilización de un film termoplástico para envolver o empaquetar cualquier producto y de esta manera protegerle de cualquier agente externo y no ser manipulado. Para ello se pueden emplear retractiladoras, también conocidas como enfilmadoras, en la última fase del proceso de producción. El proceso de retractilado consta de dos fases principalmente: sellado, para envolver y cerrar el film al producto, y el retractilado, que consiste en adherir el film a la forma del producto.
Dentro de las retractiladoras se pueden distinguir entres tres tipos: automáticas, semiautomáticas y manuales.
Retractiladora manual: estas están recomendadas para pequeñas producciones que no superen los 400 o 500 productos diarios. Estas máquinas retractiladoras destacan por su bajo precio respecto a las automáticas o semiautomáticas. Además, ocupan muy poco espacio y son muy fáciles de usar. Son ideales para productos alimentarios ya que consiguen mantener el alimento de manera óptima manteniendo todas sus propiedades
Retractiladora semiautomática: están enfocadas a producciones mayores ya que pueden retractilar distintos productos más diversos en cuanto a formas, tamaños y características. En estas máquinas la intervención del operario es menor que en las manuales pero sigue siendo necesario para la agrupación o colocación del film.