A todos nos gusta un vino madurado y con un cuerpo ideal para el paladar, pero, no todo depende de la uva o la cosecha, sino también de la conservación que tengamos después de su embotellado.

Los diferentes matices y colores de un exquisito vino se crean a medida que se conserva y se madura.

Estas texturas y los aromas se crean con un buen enfriamiento y humedad.

¿Cómo conseguirlo?

Estas son las claves principales para que disfrutes del vino perfecto.

Temperatura constante.

Lo ideal para conservar el vino es en un lugar con una temperatura constante de unos 18 grados, pero no siempre se pueden conseguir las condiciones adecuadas, por lo que se precisa de una cava de vinos. La mayoría de nuestras cavas de vino refrigeradas tienen temperaturas variables entre 4 y 18 grados, siempre pudiendo regularlas a tu manera.

El vino blanco necesita menos frío que el tinto, pero, ¿cómo podemos conseguir esto sin necesidad de tener dos cavas de vinos?

¡Muy fácil! El cava de vinos de dos temperaturas.

Son estructuras de dos compartimentos de diferentes grados con control de temperatura digital para distintos vinos, que muestra la temperatura real y la programada.

Si tiene termostato nos será de gran ayuda para controlar que la diferencia entre una u otra sea de un grado de diferencia.

Si careces de espacio para su colocación existen cava de vinos para restaurante de puertas correderas para ahorrarte abrir las puertas de par en par y conseguir un mayor rendimiento de las dimensiones de tu negocio.

También te recomendamos que tenga cristal, ya que siempre es bueno que el cliente vea la variedad de producto que puedes ofrecerle.

Ambiente sin ruido.

Lo mejor sería conservarlas en una bodega, sótano, habitación o trastero donde no haya sistemas de calefacción ni aire acondicionado pero muchas veces esto no es posible, así que, un cava de vinos refrigerada será la opción más viable y acertada.

El cava y el vino deberán fusionarse en uno.

Aunque tengas puertas de cristal deberás tenerlo en un lugar que no rebote mucho el sonido.

Normalmente las puertas absorben estas vibraciones de la voz para que tu vino esté lo más protegido posible.

Tanto la luz solar como las luces fluorescentes emiten rayos UV que pueden dañar el vino dándole un olor desagradable.

Este dato también es muy importante para su conservación pero es más difícil conseguir que no haya luz en el ambiente en el que estamos guardando el vino, ya que, normalmente en nuestro negocio o restaurante lo que queremos también es un diseño fino en el que los vinos estén guardados.

El diseño y los materiales de un cava de vinos son fundamentales para darle un toque fino a nuestro establecimiento.

Lo mejor y lo que recomendamos siempre es un cava de vino de madera de pino.

Esta estructura es de una belleza perfecta para el vino porque no todo es la calidad del producto, sino también el diseño que tenga para que el cliente le entre por los ojos y se fije en tu producto.

Posición horizontal.

Ya tengas un cava de vinos grande o una cava de vinos pequeña siempre debes tenerlo en una posición tumbada.

Los cavas de vinos grandes son ideales para colocar muchas categorías de vinos, por ejemplo, para un negocio destinado solo al vino.

El de medida menor, para restaurantes que su categoría de vinos no sea tan amplia pero igualmente tengan una cantidad considerable.

¿Por qué las botellas de vino se guardan en posición horizontal?

La respuesta es muy sencilla, para que el corcho permanezca húmedo. El objetivo del tapón de corcho es, como su nombre indica, el de cerrar una botella.

También es aconsejable que la etiqueta del vino esté que en la parte superior, así podrás ver si hay sedimentos en el vino.

Humedad.

Elije un lugar sin demasiada humedad y  al mismo tiempo no muy seco. Los niveles de humedad correctos para un hogar son suficientes, en torno al 40 – 50%, aunque lo ideal sería entre 60 – 70%.

Esto evita la evaporación y mantiene el corcho húmedo para que no tenga filtraciones de aire. Una humedad excesiva facilita el crecimiento del moho y hace que se despeguen las etiquetas.

El vino “respira” y el olor externo puede penetrar a través del corcho, por eso debes colocarlo en un lugar con buena ventilación y aislarlo de emisores de fuertes olores.

La conclusión a que nos lleva este post es muy fácil: fundamentalmente debemos tener una estructura donde poder guardar el vino con todas estas condiciones que hemos dicho anteriormente.