Contar con la fuente de agua adecuada es clave para mantener la comodidad y eficiencia en cualquier entorno, ya sea una oficina, un hospital o una clínica. Cada espacio tiene necesidades específicas, y las fuentes de agua pueden variar en diseño, funcionalidades y capacidad de refrigeración. Elegir la opción correcta no solo mejora la experiencia de usuarios y empleados, sino que también asegura una mejor higiene y acceso fácil a agua de calidad. En este artículo, exploraremos los distintos tipos de fuentes de agua disponibles y sus beneficios.
Contenido del artículo
Tipos de fuentes de agua
Según su refrigeración
- Fuentes refrigeradas. Enfrían el agua a temperaturas ideales, lo que las hace perfectas para lugares con un alto tránsito de personas. Suelen incluir sistemas de filtración para garantizar agua refrescante de alta calidad en todo momento.
- Fuentes no refrigeradas. Son opciones más simples y económicas. Estas fuentes no enfrían el agua, lo que las hace adecuadas para espacios con menor demanda o donde no es necesario ofrecer agua fría constantemente. Son prácticas y fáciles de mantener.
Según su instalación
- De pie. Ideales para espacios amplios como áreas comunes en hospitales, clínicas o institutos. Estas fuentes son versátiles y suelen ofrecer una mayor capacidad, perfectas para entornos donde se quiere servir a muchas personas.
- De fijación mural. Perfectas para lugares con espacio limitado. Se fijan a la pared, lo que ahorra espacio y las hace adecuadas para pasillos o salas de espera, donde el tránsito es constante pero el espacio es reducido.
- De sobremesa. Son compactas y portátiles, perfectas para oficinas pequeñas o salas de descanso. Suelen colocarse sobre mostradores o mesas.
Según el sistema de funcionamiento
- Con pedal. Estas fuentes permiten dispensar agua sin contacto directo con las manos, lo que las convierte en una opción muy higiénica, ideal para entornos como clínicas y hospitales donde la higiene es fundamental.
- Con sensor. Las fuentes con sensor detectan la presencia de una mano o recipiente y dispensan agua automáticamente. Ofrecen la máxima higiene y comodidad, siendo ideales para lugares donde se busca evitar cualquier tipo de contacto.
- Con botón. El sistema de botón es más tradicional y económico. Es fácil de usar, pero requiere contacto directo, lo que puede ser menos ideal en entornos donde la higiene es crucial.
Fuentes con funciones adicionales
- Con agua caliente. Estas tipo de fuente ofrece tanto agua fría como caliente, lo que es útil para oficinas o clínicas donde empleados o pacientes pueden tener que preparar bebidas calientes como tés o infusiones.
- Con grifo para llenar vasos o botellas. Estas fuentes son especialmente prácticas para oficinas o centros donde las personas utilizan botellas reutilizables. Facilitan el llenado rápido de grandes cantidades de agua, promoviendo la sostenibilidad y evitando el uso de plásticos.
Conclusión
A la hora de elegir una fuente de agua, es importante considerar tanto el espacio disponible como las necesidades específicas de tu entorno. Las fuentes refrigeradas o con sistemas de sensor son ideales para lugares con mucho tránsito como hospitales o clínicas, mientras que las fuentes de sobremesa o con botón pueden ser una solución perfecta para oficinas más pequeñas. Además, las funciones adicionales, como la opción de agua caliente o dispensadores para botellas, pueden mejorar la experiencia de los usuarios. Selecciona la que mejor se ajuste a tu espacio y funcionalidad.